Programas de la NASA
El Programa Mercury comenzó en 1958, con el objetivo de descubrir si el hombre podía sobrevivir en el espacio exterior. El 5 de mayo de 1961 Alan Shepard fue el primer astronauta americano al pilotar la nave Libertad 7 en un vuelo de suborbital de 15 minutos. John Glenn se convirtió el 20 de febrero de 1962 en el primer americano en orbitar la Tierra, durante un vuelo de 5 horas con la nave Amistad 7 que dio 3 vueltas a la Tierra.
El Programa Gémini
Comenzó con el Gémini 3 el 21 de marzo de 1965 y acabó con el Gémini 12 el 11 de noviembre de 1966. Edward White, quien posteriormente murió en el accidente del Apolo 1, hizo con el Gémini 4 el 3 de junio de 1965 el primer paseo espacial de un americano. El 15 de diciembre de 1965 los Gémini 6 y 7, tripulados por dos astronautas cada uno, hicieron su primera cita espacial aproximando las naves hasta 1,8 metros. El vuelo del Gémini 7 tuvo una duración de dos semanas, tiempo que se estimó necesario para las misiones Apolo. El 16 de marzo de 1966 la nave Gémini 8 tripulada por David Scott y Neil Armstrong, que luego sería el primer hombre en pisar la Luna, atracaron su nave a el cohete Atlas-Agena 8 preparando la maniobra de atraque entre el módulo lunar y la nave Apolo.
El Programa Apolo
Durante los ocho años de misiones preliminares la NASA tuvo la primera pérdida de astronautas. El Apolo 1 se incendió en la rampa de lanzamiento durante un ensayo y sus tres astronautas murieron. El Programa Apolo logró su meta con el Apolo 11 que aterrizó con Neil Armstrong y Edwin Aldrin en la superficie de la Luna el 20 de julio de 1969 y los devolvió a la Tierra el 24 de julio. Las primeras palabras de Armstrong al poner el pie sobre la Luna fueron: «Éste es un pequeño paso para el hombre, pero un salto gigantesco para la humanidad».
Diez hombres más formarían la lista de astronautas en pisar la Luna cuando finalizó el programa anticipadamente con el Apolo 17, en diciembre de 1972. La NASA había ganado la Carrera Espacial y, en algún sentido, esto la dejó sin objetivos al disminuir la atención pública capaz de garantizar los grandes presupuestos del Congreso. Ni la casi trágica misión del Apolo 13, donde la explosión de un tanque de oxígeno casi costó la vida a los tres astronautas y les obligó a renunciar a pisar la Luna, pudo volver a atraer la atención. Las misiones posteriores al Apolo 17 (estaban planificadas varias misiones más, hasta el Apollo 20) fueron suspendidas. Los recortes del presupuesto provocaron el fin del programa. Los tres Saturno V no utilizados se usaron para el desarrollo del primer laboratorio americano en órbita, el Skylab, y las ideas fueron en la línea de desarrollar un vehículo espacial reutilizable como el Transbordador Espacial .
Misiones no tripuladas: Aunque la inmensa mayoría del presupuesto de NASA se ha gastado en los vuelos tripulados, ha habido muchas misiones no tripuladas promovidas por la agencia espacial.
En 1962 el Mariner 2 fue la primera nave espacial en hacer un sobrevuelo cercano a otro planeta, en este caso Venus. Los programas Ranger, Surveyor y Lunar Orbiter eran esenciales para evaluar las condiciones lunares antes de intentar el vuelo tripulado del programa Apolo. Posteriormente, las dos sondas Viking que aterrizaron en la superficie de Marte enviaron a la Tierra las primeras imágenes de la superficie del planeta. Quizá las misiones no tripuladas más impresionantes fueron los programas Pioneer 10, Pioneer 11, Voyager 1 y Voyager 2, misiones que visitaron Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno y enviaron impresionantes imágenes en color de todos ellos y la mayoría de sus satélites.
La era del transbordador: el Transbordador Espacial se convirtió en el programa espacial favorito de la NASA a finales de los años setenta y los años ochenta. Planeado tanto los dos cohetes lanzadores y el transbordador como reutilizables, se construyeron cuatro transbordadores. El primero en ser lanzado fue el Columbia el 12 de abril de 1981.
Pero los vuelos del transbordador eran mucho más costosos de lo que inicialmente estaba proyectado y, después que el desastre del Transbordador Espacial Challenger en 1986 resaltó los riesgos de los vuelos espaciales, el público recuperó el interés perdido en las misiones espaciales.
No obstante, el transbordador se ha usado para poner en órbita proyectos de mucha importancia como el Telescopio Espacial Hubble (HST). El HST se creó con un presupuesto relativamente pequeño de 2.000 millones de dólares, pero ha continuado funcionando desde 1990 y ha maravillado a los científicos y al público. Algunas de las imágenes han sido legendarias, como las imágenes del denominado Campo Profundo del Hubble. El HST es un proyecto conjunto entre la ESA y la NASA, y su éxito ha ayudado en la mayor colaboración entre las agencias.
En 1995 la cooperación ruso-americana se lograría de nuevo cuando comenzaron las misiones de acoplamiento entre el Transbordador y la estación espacial Mir, (en ese momento la única estación espacial completa). Esta cooperación continúa al día de hoy entre Rusia y Estados Unidos, los dos socios más importantes en la construcción de la ISS. La fuerza de su cooperación en este proyecto fue más evidente cuando la NASA empezó confiando en los vehículos de lanzamiento rusos para mantener la ISS tras el desastre en 2003 del Columbia que mantendrá en tierra la flota de los transbordadores durante más de un año.
Costando más de cien mil millones de dólares, ha sido a veces difícil para la NASA justificar el proyecto ISS. La población norteamericana ha sido históricamente difícil de impresionar con los detalles de experimentos científicos en el espacio. Además, no puede acomodar a tantos científicos como había sido planeado, sobre todo desde que el transbordador espacial está fuera de uso, hasta marzo de 2005, deteniendo la construcción de la ISS y limitando su tripulación a una de mantenimiento de dos personas.
Durante la mayoría de los años 1990 la NASA se enfrentó con una reducción de los presupuestos anuales por parte del Congreso. Para responder a este reto, el noveno administrador de la NASA,Daniel S. Goldin, inventó misiones baratas bajo el lema más rápido, más bueno, más barato que le permitió a la NASA que recortara los costos mientras se emprendían una ancha variedad de programas aerospaciales. Ese método fue criticado y llevó en 1999 a las pérdidas de las naves gemelas Climate Orbiter y Mars Polar Lander de la exploración de Marte.
Marte y más allá: probablemente la misión con más éxito entre el público en los últimos años ( 1997) ha sido la de la sonda Mars Pathfinder. Los periódicos de todo el mundo llevaron las imágenes del robot Sojourner, desplazándose y explorando la superficie de Marte. Desde 1997 la Mars Global Surveyor ha orbitado Marte con un éxito científico innegable. Desde 2001 el orbitador Mars Odissey ha estado buscando evidencia de agua en el planeta rojo, en el pasado o en el presente, así como pruebas de actividad volcánica.
En 2004 una misión científicamente más ambiciosa llevó a dos robots, Spirit y Opportunity, a analizar las rocas en busca de agua, por lo que aterrizaron en dos zonas de Marte diametralmente opuestas y parece que encontraron vestigios de un antiguo mar o lago salado.
El 14 de enero de 2004, diez días después del aterrizaje de Spirit , el Presidente George W. Bush anunció el futuro de la Exploración Espacial. La humanidad volverá a la Luna en 2020 como paso previo a un viaje tripulado a Marte.
El Transbordador Espacial se retirará en 2010 y será reemplazado en 2014 por el Crew Exploration Vehicle, capaz de atracar en la ISS y dejar la órbita de la Tierra. El futuro del ISS es algo incierto, tras la explosión del Columbia el 1 de marzo de 2003, y el patrón de los vuelos del Transbordador. La construcción se completará, pero el futuro de las próximas misiones es incierto.
El Programa Mercury comenzó en 1958, con el objetivo de descubrir si el hombre podía sobrevivir en el espacio exterior. El 5 de mayo de 1961 Alan Shepard fue el primer astronauta americano al pilotar la nave Libertad 7 en un vuelo de suborbital de 15 minutos. John Glenn se convirtió el 20 de febrero de 1962 en el primer americano en orbitar la Tierra, durante un vuelo de 5 horas con la nave Amistad 7 que dio 3 vueltas a la Tierra.
El Programa Gémini
Comenzó con el Gémini 3 el 21 de marzo de 1965 y acabó con el Gémini 12 el 11 de noviembre de 1966. Edward White, quien posteriormente murió en el accidente del Apolo 1, hizo con el Gémini 4 el 3 de junio de 1965 el primer paseo espacial de un americano. El 15 de diciembre de 1965 los Gémini 6 y 7, tripulados por dos astronautas cada uno, hicieron su primera cita espacial aproximando las naves hasta 1,8 metros. El vuelo del Gémini 7 tuvo una duración de dos semanas, tiempo que se estimó necesario para las misiones Apolo. El 16 de marzo de 1966 la nave Gémini 8 tripulada por David Scott y Neil Armstrong, que luego sería el primer hombre en pisar la Luna, atracaron su nave a el cohete Atlas-Agena 8 preparando la maniobra de atraque entre el módulo lunar y la nave Apolo.
El Programa Apolo
Durante los ocho años de misiones preliminares la NASA tuvo la primera pérdida de astronautas. El Apolo 1 se incendió en la rampa de lanzamiento durante un ensayo y sus tres astronautas murieron. El Programa Apolo logró su meta con el Apolo 11 que aterrizó con Neil Armstrong y Edwin Aldrin en la superficie de la Luna el 20 de julio de 1969 y los devolvió a la Tierra el 24 de julio. Las primeras palabras de Armstrong al poner el pie sobre la Luna fueron: «Éste es un pequeño paso para el hombre, pero un salto gigantesco para la humanidad».
Diez hombres más formarían la lista de astronautas en pisar la Luna cuando finalizó el programa anticipadamente con el Apolo 17, en diciembre de 1972. La NASA había ganado la Carrera Espacial y, en algún sentido, esto la dejó sin objetivos al disminuir la atención pública capaz de garantizar los grandes presupuestos del Congreso. Ni la casi trágica misión del Apolo 13, donde la explosión de un tanque de oxígeno casi costó la vida a los tres astronautas y les obligó a renunciar a pisar la Luna, pudo volver a atraer la atención. Las misiones posteriores al Apolo 17 (estaban planificadas varias misiones más, hasta el Apollo 20) fueron suspendidas. Los recortes del presupuesto provocaron el fin del programa. Los tres Saturno V no utilizados se usaron para el desarrollo del primer laboratorio americano en órbita, el Skylab, y las ideas fueron en la línea de desarrollar un vehículo espacial reutilizable como el Transbordador Espacial .
Misiones no tripuladas: Aunque la inmensa mayoría del presupuesto de NASA se ha gastado en los vuelos tripulados, ha habido muchas misiones no tripuladas promovidas por la agencia espacial.
En 1962 el Mariner 2 fue la primera nave espacial en hacer un sobrevuelo cercano a otro planeta, en este caso Venus. Los programas Ranger, Surveyor y Lunar Orbiter eran esenciales para evaluar las condiciones lunares antes de intentar el vuelo tripulado del programa Apolo. Posteriormente, las dos sondas Viking que aterrizaron en la superficie de Marte enviaron a la Tierra las primeras imágenes de la superficie del planeta. Quizá las misiones no tripuladas más impresionantes fueron los programas Pioneer 10, Pioneer 11, Voyager 1 y Voyager 2, misiones que visitaron Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno y enviaron impresionantes imágenes en color de todos ellos y la mayoría de sus satélites.
La era del transbordador: el Transbordador Espacial se convirtió en el programa espacial favorito de la NASA a finales de los años setenta y los años ochenta. Planeado tanto los dos cohetes lanzadores y el transbordador como reutilizables, se construyeron cuatro transbordadores. El primero en ser lanzado fue el Columbia el 12 de abril de 1981.
Pero los vuelos del transbordador eran mucho más costosos de lo que inicialmente estaba proyectado y, después que el desastre del Transbordador Espacial Challenger en 1986 resaltó los riesgos de los vuelos espaciales, el público recuperó el interés perdido en las misiones espaciales.
No obstante, el transbordador se ha usado para poner en órbita proyectos de mucha importancia como el Telescopio Espacial Hubble (HST). El HST se creó con un presupuesto relativamente pequeño de 2.000 millones de dólares, pero ha continuado funcionando desde 1990 y ha maravillado a los científicos y al público. Algunas de las imágenes han sido legendarias, como las imágenes del denominado Campo Profundo del Hubble. El HST es un proyecto conjunto entre la ESA y la NASA, y su éxito ha ayudado en la mayor colaboración entre las agencias.
En 1995 la cooperación ruso-americana se lograría de nuevo cuando comenzaron las misiones de acoplamiento entre el Transbordador y la estación espacial Mir, (en ese momento la única estación espacial completa). Esta cooperación continúa al día de hoy entre Rusia y Estados Unidos, los dos socios más importantes en la construcción de la ISS. La fuerza de su cooperación en este proyecto fue más evidente cuando la NASA empezó confiando en los vehículos de lanzamiento rusos para mantener la ISS tras el desastre en 2003 del Columbia que mantendrá en tierra la flota de los transbordadores durante más de un año.
Costando más de cien mil millones de dólares, ha sido a veces difícil para la NASA justificar el proyecto ISS. La población norteamericana ha sido históricamente difícil de impresionar con los detalles de experimentos científicos en el espacio. Además, no puede acomodar a tantos científicos como había sido planeado, sobre todo desde que el transbordador espacial está fuera de uso, hasta marzo de 2005, deteniendo la construcción de la ISS y limitando su tripulación a una de mantenimiento de dos personas.
Durante la mayoría de los años 1990 la NASA se enfrentó con una reducción de los presupuestos anuales por parte del Congreso. Para responder a este reto, el noveno administrador de la NASA,Daniel S. Goldin, inventó misiones baratas bajo el lema más rápido, más bueno, más barato que le permitió a la NASA que recortara los costos mientras se emprendían una ancha variedad de programas aerospaciales. Ese método fue criticado y llevó en 1999 a las pérdidas de las naves gemelas Climate Orbiter y Mars Polar Lander de la exploración de Marte.
Marte y más allá: probablemente la misión con más éxito entre el público en los últimos años ( 1997) ha sido la de la sonda Mars Pathfinder. Los periódicos de todo el mundo llevaron las imágenes del robot Sojourner, desplazándose y explorando la superficie de Marte. Desde 1997 la Mars Global Surveyor ha orbitado Marte con un éxito científico innegable. Desde 2001 el orbitador Mars Odissey ha estado buscando evidencia de agua en el planeta rojo, en el pasado o en el presente, así como pruebas de actividad volcánica.
En 2004 una misión científicamente más ambiciosa llevó a dos robots, Spirit y Opportunity, a analizar las rocas en busca de agua, por lo que aterrizaron en dos zonas de Marte diametralmente opuestas y parece que encontraron vestigios de un antiguo mar o lago salado.
El 14 de enero de 2004, diez días después del aterrizaje de Spirit , el Presidente George W. Bush anunció el futuro de la Exploración Espacial. La humanidad volverá a la Luna en 2020 como paso previo a un viaje tripulado a Marte.
El Transbordador Espacial se retirará en 2010 y será reemplazado en 2014 por el Crew Exploration Vehicle, capaz de atracar en la ISS y dejar la órbita de la Tierra. El futuro del ISS es algo incierto, tras la explosión del Columbia el 1 de marzo de 2003, y el patrón de los vuelos del Transbordador. La construcción se completará, pero el futuro de las próximas misiones es incierto.
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